En la clase del lunes 3 de agosto, estuvimos conversando sobre la vida y obra de Pedro Luro.
Ermita Lorenzo realizó el informe que se publica a continuación.
PEDRO LURO
Un empresario visionario le dio impulso a la región
Un empresario visionario le dio impulso a la región
El vasco "Hogoyeta-Ameka" (el vasco treinta y una) apodo que le vale por una variedad de juego del mus, en el que era indiscutido campeón
Nació en Saint Just Ibarre, en los Bajos Pirineos, Francia, el 10 de marzo 1820, en el seno de una familia campesina. Decidido a probar suerte emigró a América y llegó a Buenos Aires en 1837. Primero fue peón en un saladero de Barracas, luego compró un carruaje para transportar pasajeros. De apoco fue juntando dinero, hasta que pudo dedicarse al comercio y a la compra y venta de tierras para la explotación agropecuaria.
Casado en 1844 con Juana Pradere (natural de Sare, Bajos Pirineos), tuvo con ella catorce hijos de los que sólo once llegaron a la edad adulta.
En 1852 cuando Pedro Luro tenía un almacén en el pueblo de Dolores, un estanciero de esta ciudad le encomendó la forestación de un establecimiento a tanto por árbol antes de partir a Europa. A su regreso Luro había plantado tantos, que para pagarle tuvo que escriturarle parte del campo. Este es el origen de la estancia “Dos Talas” en la que se instala con su familia en una gran casa moderna de dos plantas que manda construir. Al morir en 1890 lega este establecimiento a su hija Agustina.
Comerciante de haciendas, lanas y cueros, estanciero y saladerista poderoso en la provincia, construyó puertos y llegó a poseer más de 350.000 hectáreas de tierras en sus estancias de Dolores, Lobería, Guido, Balcarce, Bahía Blanca y el Río Colorado.
Elige las mejores tierras, siempre atento a acercarse al mar y a los ríos, así crea una estancia y un saladero sobre el borde de un pequeño río que desemboca en el mar, alejado de toda comunicación, visitado por los indios.
En marzo de 1868 compró grandes extensiones de campo en esta zona habilitando establecimientos ganaderos. En nuestro actual partido estableció la estancia “Ojo de Agua” En el saladero construye un puerto para embarcar los productos elaborados.
En 1872, instaló una grasería en los Gral. Lavalle y en 1873 fundó tres saladeros: San Pedro, San Carlos, San León. Construyó un muelle de madera y se dedicó a la cría y embarque de lanas.
En 1877 llega a la recientemente fundada Mar del Plata para incorporar nuevos capitales. A pesar de los esfuerzos de Patricio Peralta Ramos, tanto el saladero como el poblado no tenían el éxito esperado y declinaban lentamente. Peralta Ramos había pasado la conducción de sus empresas a su yerno Juan Barreiro con quien Luro empezó a negociar. Barreiro le ofrece la explotación gratuita del saladero y la grasería
Luro transformó las actividades de la zona con un nuevo impulso, adquiriendo finalmente el saladero la grasería y la mitad del poblado compuesto de “una superficie de 539 hectáreas” en junio de 1878.
Construyó un gran galpón, llamado Barranca Luro, en las calles Entre Ríos entre Luro y la diagonal Alberdi. El molino hidráulico lo construyó sobre el arroyo Las Chacras, que por entonces se llamaba Del Puerto, en las actuales calles Falucho entre Independencia y Salta. El agua del arroyo contenida por un tajamar de media hectárea, impulsaba una rueda hidráulica, que a su vez movía una primitiva piedra. Luego del saladero este molino se puede considerar como la segunda industria instalada en Mar del Plata.
Otro establecimiento industrial de importancia que surge en 1881 fue la fábrica de negro animal, jabón y velas “La Primitiva”. Este industrializaba los desperdicios del saladero. Para su instalación se compraron cuatro manzanas, entre las actuales calles Falucho y Garay, y Sarmiento y Alsina (frente a la Estación Terminal de Ómnibus), de propiedad de la “Sociedad Anónima La Primitiva” En septiembre de 1882 se disolvió la sociedad y la fábrica fue comprada por Luro, auque la iniciativa no prosperó.
Luro edifico además un horno de ladrillos, con los cuales se comienza la edificación de material en gran escala, construyendo media manzana de edificio.
Abrió canteras en las barracas de la loma de la iglesia, al borde del mar, tampoco descuidó la actividad agropecuaria, para lo cual sembró cereales en terrenos cercanos al pueblo. Se planteó entonces la necesidad de construir un muelle para la exportación de lo producido por el saladero, haciendo el primer muelle de madera dura. Trajo a este muelle sus flota de 6 pailebots, llamados como los días de la semana, salvo domindo porque ese día no se trabajaba. Inauguró el tráfico comercial con Buenos Aires en 96 horas.
El gran negocio que visualizó Luro fue el de la exportación de la lana de la región; al año de establecerse exportaba a Europa 8.000 fardos de lana, 3.000 cueros y grandes partidas de cerda, huesos y sebo, auque la región mantuvo los niveles de producción sobre todo en la ganadería, que siguió siendo una de las mayores fuentes de ingreso ya que acentuó su papel de proveedor de carnes a la ciudad de Buenos Aires.
La construcción de un muelle para Mar del Plata iniciado años atrás fue en 1886 el motivo de una fuerte disputa con sus hijos que primero lo alejó de la ciudad y finalmente del país retornando a su país natal donde falleció en Cannes 1890.
Fuente:
"Biografías" 95º Aniversario del Diario La Capital. Mar del Plata, mayo 2000
Monumento a Pedro Luro y placa recordatoria en el pedestal.
Monumento a Pedro Luro y placa recordatoria en el pedestal.
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